domingo, 8 de abril de 2018

Micro de ciencia fricción.


ORGÍA ANTIOCKHAMISTA.

Todas las Lucías que habitaban ese mundo gozaron de consecutivos orgasmos. Lucía era, y es, mi amor. Uno de mis amores. Pienso a menudo en ella. En muchas Lucías, puede que jamás en la verdadera Lucía, si acaso existe. Y todas ellas viven hechas carne en un mundo paralelo creado a la medida de mis deseos, en un mundo terrenal que emana de los designios de mi mente onanística y verde, pero también tierna. Un mundo terrenal de Lucías complacientes y dormidas, lloronas y alegres, desnudas, vestidas y disfrazadas, que no visité nunca salvo accediendo a mi mente, la misma que lo crea y disfruta prácticamente cada día. Es uno de mis harenes. Y si algún día algún astronauta – dios no quiera que se trate de astronautas de otras especies, de otros mundos – llega a ese mundo… bien, seguramente estén ya todas muertas, al igual que servidor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias.